"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Activistas
Pilar Morales, Asociación de Salud Mental de Águilas (Murcia)
Una ingeniera curiosa y solidaria
17/01/2020
Blanca Abella
Pilar pasó más de 20 años fuera de su tierra, estudiando una ingeniería y trabajando en grandes empresas en Madrid. Cuando por fin volvió a Águilas, donde nació y ahora habita, empezó una nueva vida que la ha llevado a descubrir la fuerza de la sociedad civil y la riqueza de un mundo real, el que cuenta con todas las personas. “Me ha dado una perspectiva muy diferente de la vida y he aprendido cosas que jamás me podía esperar”.
En los años 80 viajó de Águilas a Madrid para estudiar Ingeniería Informática, “cuando eso de los ordenadores era casi una cosa de brujería”, comenta Pilar. Y como ella es inquieta y activa por naturaleza, antes de terminar la carrera empezó a trabajar allí mismo y permaneció en la gran ciudad muchos años, hasta que por cuestiones familiares decidió regresar a Águilas.
Un familiar con enfermedad psicosocial le recibió en su ciudad natal con una petición especial, que entrara a formar parte de la asociación de salud mental (Afemac) y les ayudara a “mover un poco aquello”. Eran pocas personas y con recursos limitados y Pilar llegaba con un bagaje profesional y personal que le sirvió para estabilizar la asociación y hacerla crecer. “La capacidad económica de las familias es muy baja y también el nivel de conocimiento y recursos para moverse en Murcia o pelear por unos derechos… me motivó mucho poder ayudarles y aportar en la medida de mis posibilidades un granito de arena para facilitarles un poco la vida”, explica.
La curiosidad como motor
“Tengo además el defecto de ser curiosa y me gusta aprender de todo”, asegura Pilar, que en realidad podría presumir de la virtud de la curiosidad, que transforma en colaboración y trabajo voluntario. Así, en poco tiempo, pasó a formar parte de la junta directiva de la federación regional de salud mental y en dos años conoció el CERMI Región de Murcia, donde también participó activamente y donde resultó elegida, en pocos meses, para asumir la presidencia.
“Para mí fueron años de formación más que de trabajo y hubiera seguido encantada si no hubiera tenido una vida profesional y hubiera tenido que comer, porque independientemente de todo esto, acarreo una vida profesional y este tipo de actividades las hago fuera de horas de trabajo o quitando horas de trabajo y hubo un momento en que mantener todo lo de Murcia, junto con la colaboración también con la Plataforma del Tercer Sector, donde soy tesorera… atender cuatro entidades y además mi vida profesional… ¡imposible!”
Desde el CERMI impulsó la Plataforma del Tercer Sector en la Región de Murcia “siguiendo también las indicaciones que hacían en el CERMI Estatal y realmente me parecía que en el CERMI Estatal estaban trabajando muy bien y soy de las que piensan que no hay que inventar la rueda si ya está inventada y si la Plataforma del Tercer Sector era algo que funcionaba a nivel estatal y era un foro adecuado para determinados temas, ¿por qué no podía ocurrir lo mismo en Murcia?”, relata Pilar.
El vaivén político
Fueron años duros de trabajo porque en la Región de Murcia, además, los tiempos eran convulsos en política y eso obligaba a la sociedad civil a trabajar más y adaptarse a los continuos cambios. “Fue esa época en la que aparecieron partidos políticos nuevos y me encargué de que todos conocieran el CERMI y nuestras necesidades y reclamaciones… A todos les decíamos lo mismo porque las grandes líneas y objetivos son siempre los mismos, pero lo peor es que en esos cuatro años convivimos con cinco gobiernos en la región, fue cansado y complicado porque en cada gobierno teníamos que empezar casi desde cero, explicando la importancia de las cosas y hasta que se enteran y se adaptan… hacer correr la maquinaria de la administración…”
Pero sigue cargando con muchas mochilas, porque permanece en el CERMI Región de Murcia y en la Plataforma del Tercer Sector como tesorera, en la Federación regional de Salud Mental es la vicepresidenta y en Afamec conserva la presidencia, porque es donde ella realmente siente que la necesitan y donde puede colaborar más y mejor. “Lo que realmente me reconforta es la asociación, porque es donde tengo el trato cercano con las personas, todos nos conocemos y nos contamos las cosas, ese día a día con ellos es lo que me paga las noches leyendo leyes… ¡me horroriza leer una ley!”
La enseñanza de vida que le ha dado participar en el movimiento asociativo la define como “brutal, pero en el mejor sentido de la palabra”, aclara Pilar, porque para ella ha sido muy importante en su vida y porque siente una enorme alegría al saber que aporta “un granito de arena”. “Y porque he aprendido cosas que jamás me podía esperar”.
